Si eres primeriza probablemente este tema te desvela por las noches o por lo menos te tiene consultando en todos lados para estar preparada en cuanto tu bebé nazca, por ello queremos hablarte un poco sobre este trastorno que aqueja a muchos chiquitines y tiene de los pelos a más de una mamá.

Pero… ¿Qué es el reflujo?

El esófago es un tubo que transporta el alimento de la boca de tu bebé a su estómago, el reflujo se produce cuando el alimento vuelve del estómago al esófago o a la boca, terminando en muchas oportunidades en regurgitación.

¿Qué lo produce?

Este (el reflujo), se genera porque la válvula que hay entre el estómago y el esófago no se ha desarrollado por completo, por lo tanto, no permanece cerrada cuando debe hacerlo, permitiendo escapar el contenido del estómago devuelta a la boca.

¿Cuáles son sus síntomas?

Son muchos los síntomas y no necesariamente tu bebé los va a presentar todos, pero estos son los más comunes:

  • Arcadas o problemas para tragar.
  • Cólicos que duren más de lo normal.
  • Irritabilidad después de comer.
  • Inclinación de su cabeza hacia atrás justo después de comer.
  • Aumento o pérdida de peso irregular.
  • Tos y vómito frecuente.

¿Cómo disminuirlo o corregirlo?

Primero que nada, debes tener presente la opinión y diagnóstico de tu pediatra, este será el más indicado para referirte diferentes soluciones o tratamientos que resuelvan esta condición.

Por otro lado, tenemos ciertos consejos o tips que puedes poner en práctica para disminuir o prevenir este trastorno:

  • Ayúdalo a eructar en repetidas oportunidades durante y después de alimentarlo.
  • Déjalo en posición vertical por lo menos durante 30 minutos después de alimentarlo, así evitarás que la leche suba por su esófago.
  • No lo alimentes demasiado, recuerda que su estómago es pequeño y no es saludable saturarlo.

¿Qué más puedo hacer?

Además de cuidar su alimentación y la posición en la que se encuentra después de comer, puedes incorporar en su rutina pequeños cambios y agregados que faciliten su sueño y su baño, para ello contamos con diferentes productos antireflujo que ayudarán a disminuir o prevenir esta condición:

Primera cunita antireflujo: Esta cuna es perfecta para tu bebé recién nacido, el contorno semi-hundido no permitirá que el bebé se dé vuelta o gire sobre sí, previniendo la asfixia o posiciones que puedan causarle daño sin necesidad de implementar cojines antivuelco o protectores a los lados.

Almohadita antireflujo: Llévala a donde quieras, te permitirá ubicar a tu bebé en posición de descanso cuando lo necesite, es ergonómica y cuenta con protección anti fluido para limpiar fácilmente.

Bañera antireflujo: ¡Protégelo del reflujo hasta en su hora del baño! Esta suave y adaptable espuma les dará a ti y a tu bebé un momento de diversión seguro durante su baño, su inclinación y contorno semi-hundido te permitirán tener más control sobre tu bebé, dejándote utilizar tus manos sin problema para bañarlo y consentirlo.

Como puedes ver hay muchas formas de ayudar a tu chiquito a superar el reflujo, recuerda siempre consultar a tu pediatra y estar al tanto de los cambios en tu bebé.

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